La cantería es una labor que está presente en muchas edificaciones de la Isla, tanto públicas como privadas. En momentos de gran dinamismo constructivo, y en función de los estilos arquitectónicos dominantes, la labor de los canteros fue ampliamente demandada. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar a inicios del siglo XX, en una de las canteras más valoradas de Gran Canaria, la de La Goleta de Arucas, donde podían trabajar más de mil labrantes, término que también designa al especialista en estos trabajos. Es Arucas el municipio que más labrantes ha tenido y tiene en la actualidad. Se mantiene con una mezcla entre tradición y nuevas tecnologías. Otras canteras a destacar se encuentran en Artenara, Teror y Santa Brígida.

Con la piedra extraida se construían elementos de viviendas particulares, edificios públicos, militares y religiosos, molinos, fortalezas, hornos, bancales, cercados, etc.

El trabajo del cantero se compagina con el de los labrantes, también llamados escultores o artistas de la piedra. Estos últimos llegaron a trasladarse a las diferentes Islas de Canarias para realizar sus trabajos en los monumentos y grandes edificios. Cuba contó con algunos labrantes que se encontraban exiliados y participaron en la labra del Malecón de La Habana. También llega la piedra de Arucas hasta San Antonio de Texas (Estados Unidos). Hay datos de su presencia en el sur Bolivia y en Venezuela en la Plaza de Canarias de Caracas.

En la actualidad, el trabajo en la cantera se ha mecanizado en gran medida, y una parte de la producción se destina a la restauración de estructuras arquitectónicas de valor patrimonial.

Se intenta rescatar el oficio a través de las Escuelas Taller, donde los jóvenes aprenden a restaurar y conservar el patrimonio arquitectónico de los cascos históricos de la Isla.

En Gran Canaria se encuentran en activo la mayoría de sus canteras, aunque muchas tienen restringida su extracción. Entre las más importantes podemos destacar: La Cantera de Piedra Roja de Tamadaba, La Cantera de Piedra Verde de Tirma, la Cantera de Ayagaures, La Cantera de Piedra de Ocre de Teror, La Cantera de Piedra Blanca de la Presa de Pinos de Arucas, La veta de la Cantera de Gáldar, La Cantera de Piedra de San Lorenzo, La Cantera del Monte y La Cantera de la Piedra Azul de Arucas.

TALLER

El taller del cantero es la propia cantera, la cual se explotaba por solares, aunque la finalización de la pieza de piedra se hace ya, a pie de obra.

Las canteras solían estar en lugares poco accesibles, la mayoría en barrancos y lejos de los núcleos urbanos. Para transportar las piedras se usaban carros tirados por animales, pero cuando las condiciones del camino no lo permitían habían que sacar la piedra a hombros. 

Los canteros no eran los propietarios de las canteras, aunque éstos solían vivir en lugares cercanos.

HERRAMIENTAS

La cantería es un oficio que necesita, para su desempeño, un amplio número de utensilios y herramientas, entre las que podemos encontrar:

  • De percusión (cuñas, mazos, marrón, picos, martillos, bujardas, escodas, maceta).
  • De medición (compases, escuadra y metro).
  • De corte (sierra, tronzador).
  • De precisión y acabado (cinceles, punzones, trinchante, fiador, plomada, formón, escoplos). 

La modernización e introducción de maquinaria en las canteras ha ocasionado la desaparición, en parte, de canteros y labrantes.

MATERIAS PRIMAS

En realidad, en este caso tenemos que hablar de la materia prima en singular, es decir, la piedra, que varía según la composición geológica de la misma.

Las adecuadas para ser trabajadas son el basalto, la caliza y la tosca.

Las canteras de Gran Canaria se distinguen sobre todo mediante los colores, de hecho, según las zonas son muy características, por ejemplo la piedra azul o gris, blanca, roja y verde de Arucas; la dorada de Gáldar, la roja de Artenara o la verde de Tirma.

PROCESO DE TRABAJO

La técnica de este oficio es compleja y muy específica. Comienza con la extracción de la piedra, luego se procede al despiece de la obra, sigue con la determinación de la plantilla y finaliza con la labra de los sillares.

El proceso de trabajo consta de cuatro fases, cada una de las cuales genera un especialista:

  1. El cabuquero. La extracción del material desde la veta la realiza el cabuquero, que debe controlar el comportamiento de la hebra de la piedra, trabajando sobre ella con cuñas, marrón, barra y pico de recalar.
  2. El entallador. El bloque de piedra extraído, se reparte y trocea por el entallador mediante el uso de cuñas, el pico, la mandarria y la escuadra.
  3. El cantero. Los fragmentos de piedra se regulan con las formas idóneas por el cantero, que además es el encargado de diseñar el boceto a escala o a tamaño natural.
  4. El tallista o labrante es el que finalmente, se encarga de tratar la piedra en los detalles, incluyendo la decoración, si fuera el caso.

Las piedras sobrantes que no servían para labrar, como los ripios (piedras medianas desechables), se usaban para hacer “paredes de cajón”. Estas se construían con dos tableros y una vitola de madera de unos 20 ó 25 cm, que se ponían en el interior de los tableros, luego se llenaban con laos ripios y la una mezcla compuesta de cal viva, arena y picón.

TIPOLOGÍA

La cantería es el arte de labrar la piedra destinada a ser empleada en la construcción de edificios, en las fachadas y en los paramentos de sillería.

La piedra labrada se emplea en la construcción y restauración de los elementos de piedra de edificios y otras construcciones, para el revestimiento de fachadas y la elaboración de paramentos de sillería. 

Los artesanos firmaban su trabajo con unas marcas conocidas entre ellos y que también aparecían grabadas en sus herramientas. Solían ser marcas muy simples: rayas, puntos, cruces y en alguna ocasión podemos ver la letra inicial del apellido. Esta marca servía como guía a los patronos para saber la producción de cada uno.

En la vida cotidiana encontramos piedra de Arucas en las casas, en las cocinas antiguas, en las piletas para la colada, las chimeneas, el mobiliario urbano para bancos de parques, para las peanas de las farolas, etc. En las casas rurales los animales tenían pilas labradas en piedra para su agua y comida.

VIDEO

BIBLIOGRAFÍA

Los contenidos expuestos están basados en Los labrantes de Arucas, de Marrero Cabrera J.L., Excmo. Ayuntamiento de Arucas y FEDAC/Cabildo de Gran Canaria, 2000, Las Palmas de Gran Canaria.