
La carne en la Isla, es un producto cuyo consumo se ha generalizado con el tiempo, porque antes era muy escasa y muy cara, por ello, sólo los ricos podían permitírsela.
El que la carne no tenga especial protagonismo en la alimentación tradicional canaria se debía, a que los animales solían estar destinados, prioritariamente, a la producción lechera.
Aparte, la caza en la Isla no tiene especial relevancia, puesto que se trata de una caza menor, en la que predominan las aves y los conejos.
Los animales domésticos como la vaca o la cabra no eran sacrificados antes con la frecuencia con la que se hace ahora, de hecho, éstos eran animales destinados a dar leche, que sí era uno de los alimentos básicos de la dieta de los canarios.
De entre los que se sacrificaban, la mayoría eran ya animales viejos, por lo que se mataba tanto para servirse de su carne como por la reposición de la cabaña.
La carne más consumida en la Isla es la de cabra, oveja y cochino, en menor medida, la de vaca y las de aves domésticas como las gallinas, puesto que éstas también eran concebidas como ponedoras de huevos, aunque con el paso del tiempo, y el cambio de los hábitos alimenticios, ha variado la proporción en el consumo de carnes.
Para el caso del cerdo se dan una serie de peculiaridades, y es que al cochino lo podemos considerar como otro de los animales domésticos, con la salvedad de que éste sí que estaba concebido para el consumo, de hecho, se le engordaba durante un período para luego sacrificarlo en las matanzas, que se llevan a cabo, en la antesala del invierno.