
La cestería de mimbre es un oficio artesano tradicional, muy condicionado por la disponibilidad de la materia prima básica. Parece que sus orígenes peninsulares podrían estar vinculados a dos áreas que destacan por el cultivo de esta planta: Cuenca y Guadalajara. Asimismo, en el ámbito portugués, Madeira es una de las zonas cuyos cultivos de mimbre están más extendidos.
En estas zonas la producción de objetos realizados con mimbre plantados industrialmente, se dedicó fundamentalmente a la manufactura de muebles, sin embargo en Canarias no pasó de ser una pequeña industria familiar que elaboraba cestos.
En Gran Canaria, los productores debían limitarse a la obtención de la materia prima, aprovechando de forma sistemática, las mimbreras silvestres que crecían en las proximidades de las acequias, o en las laderas de las zonas más húmedas de la Isla, y que ellos cuidaban durante el año.
Incluso en la actualidad, las pocas zonas en las que aún se localiza el mimbre, se conservan gracias a la poda anual a la que las someten los propios cesteros, si no, la planta, termina muriendo.
La cestería de mimbre fue un oficio eminentemente masculino y se ejercía como complemento económico a la actividad agrícola, de ahí que la dedicación fuese parcial pero regular.
La funcionalidad de estos objetos se asocia a las tareas de transporte, dentro del ámbito rural, agrícola y doméstico.
La situación no es buena para los artesanos del mimbre. La escasez progresiva de las mimbreras, el abandono que han experimentado en los últimos años, ha hecho que los cesteros tengan que desplazarse a zonas muy alejadas de sus talleres para poder adquirir el material. A esta situación se ha llegado por el abandono de la agricultura y ganadería, el poco interés por la falta de agua en las zonas donde se desarrollan las mimbreras, la ausencia de cuidados a las mimbreras que necesitan ser podadas, y como no, la aparición del plástico que ha ido sustituyendo estos objetos artesanos por los industriales.
La utilidad de los utensilios elaborados con mimbre ha ido decayendo quedando éstos con una función meramente ornamental.

TALLER
El taller del cestero de mimbre está normalmente ubicado en la vivienda familiar. El lugar de desarrollo de la tarea no es un sitio específico y preparado para ello, sino que es un lugar destinado para diferentes funciones; patio, alpendre, cuarto de aperos, etc., aunque sí requiere de un lugar para guardar el mimbre, las herramientas y los cestos terminados.
HERRAMIENTAS
La realización de estos objetos de mimbre necesita del uso de una serie de utensilios como son:
- Herramientas de corte: la navaja de punta curva, hoz, podonas y cuchillos.
- Herramientas de abrir: trompo de abrir o rajador.
- Herramientas de rematar: mazos de madera, un remachador.
- Otras herramientas: agujas de madera o dagas de diferentes gruesos para ayudar a meter las nuevas varas, rueca para limpiar el mimbre blanco y majador, majadero o mesa de majar.
MATERIAS PRIMAS
El mimbre, se obtiene de las mimbreras, que es un arbusto que nace en zonas húmedas, es una fibra de muy alta calidad y durabilidad, aunque puede picarse. En algunas ocasiones se mezcla el mimbre con otras fibras vegetales secundarias como es la caña, y pueden funcionar tanto de refuerzo, como de decoración de los cestos.
El cestero se solía encargar de cuidar y podar las mimbreras y recolectar el mimbre en la época idónea (entre principios de febrero y finales de marzo), a veces en sus propios terrenos, o por trueque con los dueños de las mimbreras a cambio de cestos ya tejidos.
Hoy en día se compran las varas de mimbre importadas de la Península, en tiendas especializadas. Este tipo de mimbre se conoce entre los artesanos como «mimbre americano».

PROCESO DE TRABAJO
En la cadena operativa de elaboración, la cestería de mimbre sigue los siguientes pasos:
– Selección y recolección de la materia prima. El mimbre se recoge durante el cuarto menguante de los meses de febrero y marzo, aunque en algunas zonas se recoge en octubre, para no dañar la planta cuando está reventando.
– Después de cortadas las varas, se dejan secar apoyadas en una pared. Posteriormente, se agrupan en haces y se almacenan en lugares protegidos del sol directo.
– Antes de que cada vara sea utilizada en el urdido o tejido de la cesta, debe someterse a remojo, para que cumpla con las condiciones de flexibilidad que requiere el trabajo.
– La conformación del cesto comienza con una base, entretejiendo varas madres e hijas, para pasar al levantamiento de las paredes, la confección de las asas, el remate del borde y por último, la elaboración de una tapa, en el caso de que sea necesaria.
TIPOLOGÍA
La utilización del mimbre en Gran Canaria para la confección de muebles es bastante rara, lo más habitual es la producción de objetos destinados sobretodo al transporte y almacenamiento, en el ámbito agrícola y doméstico.
Los productos son muy variados: barqueta, cesta panadera o cesto de asa grande, bolsos, canastas, serones, bandejas de ropa, también es común forrado de botella y garrafones.
Normalmente estos productos son comercializados por medio de la venta directa y el encargo, y últimamente se está fomentando la venta en tiendas.
La producción se iba elaborando durante los meses de menor actividad agrícola y eran vendidos durante todo el año.
BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
La información expuesta ha sido extractada de:
RODRÍGUEZ PÉREZ-GALDÓS, C. y SANTANA GODOY, J.R., (1989): La cestería tradicional en la isla de Gran Canaria. Ed. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria.
RODRÍGUEZ PÉREZ-GALDÓS, C.(1992): La involución de los oficios artesanos grancanarios ante los cambios socioeconómicos y ecológicos. Tesis inédita. Departamento de Prehistoria, Antropología y Paleoambiente. Universidad de La Laguna. Tenerife.
RODRÍGUEZ GARCÍA, J.(2002): «Mimbres para la cestería. Formas tradicionales de adquisición del mimbre en la cestería de Canarias.«, en EL PAJAR. Cuaderno de Etnografía Canaria, Asociación Cultural «Día de las Tradiciones Canarias». Pinolere. II Época, nº 12, agosto, anual, La Orotava, Tenerife.
RODRÍGEZ SANTANA, C.G. (2002): «El trabajo de las fibras vegetales entre los antiguos canarios», en EL PAJAR. Cuaderno de etnografía Canaria. Asociación «Día de las Tradiciones Canarias». Pinolere, II Época, nº 12, Agosto, Anual, La Orotava, Tenerife.