Es una prenda interior, que se caracteriza por tener contacto directo con la piel y que se usaba sobre todo en invierno.

La forma era recta, de cuello redondo, abierto por delante hasta medio pecho y con un largo que variaba, entre el que llegaba un poco más abajo del medio muslo y el que llegaba al borde de la falda.

Sus mangas también podían tener dos formas o tamaños: las que eran muy cortas, a la altura del hombro y las que eran largas hasta el puño.

El material por excelencia utilizado era el lino.