La blusa es una prenda de cuerpo recto, cuello holgado con una fina jareta donde se cogen los pliegues, por cuyo interior pasa una cinta que sirve para cerrar la camisa con un lazo. Se coloca bajo el justillo y suele ser de lino.
Lo más laborioso de elaborar de la prenda son las mangas porque son muy amplias y han de ir finamente plegadas para que queden bien abombadas. En la axila tiene un rombo de tela que proporciona más libertad de movimientos.
Otro modelo es el de las campesinas para los días de fiesta, cuyo material y elaboración es similar a lo dicho anteriormente, con la salvedad de que esta se amarra a la espalda, de que la tela va muy plegada a la jareta del cuello y que las mangas son muy amplias, ceñidas al codo desde donde cae una amplia banda de encaje.
El otro tipo de blusa se caracteriza al igual que las otras por su carácter popular. Se diferenciará de las otras en que tiene el cuerpo más largo, de hecho llega hasta el medio muslo, porque las mangas son más amplias y largas y porque el cuello puede ser tanto cuadrado como redondo, siendo también posible contar con la abertura por delante como por detrás.
Aunque el lino era el material más usado, la calidad no era siempre la misma, puesto que dependía del grosor del lienzo. Por esto es que se diferenciaba entre el lino fino y el lienzo de tierra.