En este apartado hemos creído oportuno incluir otras modalidades, para conseguir una exposición más completa que reflejara, lo más fielmente posible, algunas de las prácticas y juegos, que históricamente, ocuparon parte del escaso tiempo de ocio que tenía el isleño.

Algunas de esas prácticas consistían, básicamente, en el enfrentamiento de animales, dado el grado de crueldad que fueron adquiriendo las peleas y las peculiaridades del entorno (apuestas, sacrificios), han provocado que, hoy en día, estos usos tengan la consideración de ilegales.

A pesar de estar prohibidos, de forma ocasional, se siguen practicando este tipo de enfrentamientos en la clandestinidad, donde desgraciadamente, quienes se llevan la peor parte son los animales.

PELEA DE CARNEROS

Las peleas de carneros s e realizan en todas las Islas donde exista ganado ovino, aunque generalmente se realizan de espaldas al público, debido a la prohibición de las mismas. Las peleas de carneros se producen bajo tres circunstancias, por un lado cuando los machos están en celo, la cual es la principal de las razones, en segundo lugar, cuando se incorpora un macho nuevo a la manada y por último, cuando se realiza la trasquilada del ganado, la cual en condiciones naturales no se produce.

Según algunos pastores de Gran Canaria, después de la trasquilada, los carneros suelen pelearse debido a que no se conocen, mientras que cuando están con su pelo, generalmente no se produce ninguna pelea.

PELEA DE GALLOS

También denominadas «Riñas de Gallos», tienen un gran arraigo en Canarias, y surgieron después de la Conquista.

El origen de las peleas de gallos se encuentra en Asia, ya que de hecho, en este continente es una práctica común, que además cuenta con un gran número de aficionados.

En China ya existían las peleas de gallos 500 años antes de Cristo; los asiáticos exportaron este evento al mundo mediterráneo, siendo Grecia quién lo acogió rápidamente.

El gallo de pelea procede del gallo asiático Gallus bankiva y del Gallus sonheratti. Magallanes ya describía que en Filipinas se criaban unos gallos de gran tamaño para utilizarlos en peleas.

Según el artículo«Los espolones de la muerte» publicado en la revista Interviú, por el periodista Santiago Miró, de toda Europa, es en España, Francia y Bélgica donde más se celebran este tipo de peleas, siendo España el mayor exportador de gallos de lucha, principalmente a los mercados latinoamericanos.

En nuestra Isla es muy conocido el gallo inglés, el cual llegó de manos de la colonia británica durante el siglo XVII. Este gallo es el resultado del cruce entre la gallina británica y el gallo malayo. Fue tal la relevancia de este gallo, que en Canarias se crearon criaderos para estos animales exclusivamente.