ORIGEN

Hasta el siglo XVII existían en toda España unas Cofradías que se dedicaban a pedir por las Ánimas, y en las Islas existen algunos pueblos que adoptaron esta costumbre. Para el caso de Gran Canaria, los más destacados eran los de San Mateo, San Nicolás, Ingenio, Valsequillo y Teror.

Hoy, en pocos lugares de la Isla se mantienen los Ranchos de Ánimas, tan sólo en Valsequillo y Teror, pero también habría que nombrar a la Aldea de San Nicolás, donde ha sido recientemente recuperado.

Su objetivo era mantener el culto piadoso por las personas fallecidas; El Rancho iba por los campos cantando y recogiendo dinero, que luego entregaban a la Iglesia, con el fin de que se celebraran unas misas en su nombre.

Normalmente eran las propias familias de los enfermos las que encargaban a este grupo que fueran a sus casas. Allí se le cantaba a sus ánimas para que intercedieran por el aquejado que ya mostraba, de esta manera, su disposición ante la muerte.

En este sentido, los Ranchos de Ánimas son una forma cristianizada que retoma un primitivo culto a los muertos, que era muy común en toda el área mediterránea.

TIPOLOGÍA

El Rancho suele estar formado por hombres y está dirigido por un ranchero mayor, elegido democráticamente, aunque también se suele dar el caso en el que este cargo pasa de padres a hijos; y es que para ostentar este cargo había que tener mucha habilidad mental, además de cualidades para la improvisación.

Durante varios meses se reúnen en distintos lugares para entonar diferentes estrofas, normalmente, comenzaban el 1 de noviembre, coincidiendo con la fecha en la que se celebra el día de los difuntos o finados.

Esta práctica comienza con una ceremonia donde se comen diferentes frutos secos como almendras o castañas y donde se entonan algunas octosílabas y otras coplas, normalmente en hexasílabos, y que suelen estar dedicados a varios temas.

Entre los temas usados, cabe destacar los que están dedicados a las almas, a las vidas de santos, a los milagros, y a la Navidad.

INSTRUMENTOS

Este tipo de canciones no suelen estar asociadas a ninguna danza, pero sí queríamos dedicar en este apartado, una especial mención a los instrumentos que acompañan a la hora de la interpretación.

Es importante que la guitarra esté bien afinada, muy baja y tocada sólo en forma de acordes. El tambor, si lo hubiera, ha de ser una versión pequeña de caja militar y tocado con una baqueta corta. Pero además de esto hay quien utiliza también un pandero de sacudir, con un aro grueso que actúa como caja de resonancia, chapas sólo por una parte y unos travesaños con cascabeles.

Aparte de éstos instrumentos también era común que hicieran uso de espadas o triángulos de metal.