
La vela latina, es otro de los deportes que en la Isla cuenta con un considerable número de seguidores, a pesar de ello, tradicionalmente la vela latina, es una práctica muy arraigada, sobre todo en la zona capitalina, que es donde se concentra gran parte de la actividad que gira entorno a este deporte.
Información mostrada por las fichas
Estas embarcaciones con vela no son exclusivas de las costas isleñas, sino que corresponden a un tipo de navío que fue muy utilizado en la cuenca mediterránea. Se cree que su origen pudo estar en las orillas del Nilo, y que desde allí los marineros y comerciantes se encargaron de difundir su uso por todo el Mediterráneo.
A este barco provisto de una vela triangular y un casco de madera se le denomina falucho o faluca, y está muy extendido en las costas mediterráneas del norte de África y del Mar Rojo.
En Canarias esta embarcación fue utilizada para las faenas pesqueras y para el traslado de pasajeros y mercancías desde alta mar hasta tierra.
Cuando se establece la colonia británica en Gran Canaria, comienza un auge sin precedentes en el comercio marítimo, siendo Gran Canaria y Tenerife ejes polarizadores del comercio entre Europa, América y África occidental.
En un principio, en Las Palmas existía el antiguo muelle de San Telmo, pero éste carecía de una infraestructura y condiciones mínimas para poder atracar y realizar trasbordos de pasajeros, por lo que las mercancías y éstos últimos tenían que desplazarse en pequeños barcos a remo o vela, también llamados botes.

En 1883 se comenzó la construcción del actual Muelle de La Luz, denominado como «El Refugio». Entre 1883 y 1902 se construye un kilómetro de dique, y es durante esa época cuando se produce el punto de inflexión en el comercio de la capital ya que existe la actividad del cambullón del inglés (Come Buy On) y la figura del cambullonero, que era la persona que se dedicaba a realizar pequeñas transacciones comerciales principalmente, por medio del trueque, entre los barcos atracados en el muelle y los pequeños comercios situados en tierra.
Estas transacciones dan pie a competencias entre los cambulloneros, por lo que se van a instaurar pequeñas regatas también denominadas «»pegas»» entre ellos, con el fin de poder realizar el mayor número de ellas.
Paralelamente a éste fenómeno, se produce en el barrio marinero de San Cristóbal pegas entre los barcos dedicados fundamentalmente a la pesca de bajura.
Este tipo de competiciones dan lugar a que, durante las Fiestas de la Naval en el año 1900, se realice la primera regata dentro de las aguas del Puerto de la Luz, causando una gran expectación y sobre todo aceptación entre el público.
En el año 1901, se produce un fatal accidente por el zozobramiento de un bote, muriendo dos personas y suspendiéndose las regatas de forma indefinida.

En 1903, se retoman las regatas, pero con el matiz de que los botes buscan espacios de navegación más abiertos huyendo de las aguas confinadas.
Las competiciones se extienden a la isla de Lanzarote, realizándose las regatas en fechas muy puntuales, principalmente durante la celebración de las fiestas de San Ginés.
En el año 1909, se inagura el Real Club Náutico de Las Palmas, el cual potencia la práctica de este deporte, pero las divergencias entre los directivos del club y los boteros, provocan que se suspendan las regatas de manera momentánea, hasta que surge la sociedad AHEMON, siendo su principal cometido el fomentar y organizar regatas de Vela Latina Canaria.
El 23 de Diciembre de 1961 se constituye el Club de Vela Latina Canaria siendo su cometido el organizar, estimular y fomentar las regatas de embarcaciones de Vela Latina en la Isla.
CARACTERÍSTICAS
Las embarcaciones de vela que existen en Canarias son botes y barquillos, ligados ambos a la pesca en la costa y a las labores portuarias. Algunas de las diferencias entre el bote y el barquillo son, entre otras, que el segundo tiene el palo más próximo a la proa, carece de orza y la vela es más pequeña.
El bote de Vela Latina Canaria, es una auténtica proeza de la arquitectura naval, ya que es muy complicado mantener navegando un bote que tiene una eslora de 6,5 metros con una vela de grandes dimensiones (32 metros cuadrados). El Ex -Vicealmirante General de la Base Naval de Canarias D. Victoriano Sánchez Barcáiztegui Azar, Conde de Villar de Fuentes, describía de esta manera El Bote de Vela Latina Canaria:
«Tienen una vela grande, desproporcionado a su esbelto y fino casco, que las fuertes rachas le hacen escorar peligrosamente, escora solamente compensada por la vista del patrón y el contrapeso de los ocho hombres de dotación que lleva».
Las medidas son las siguientes: El bote tendrá una eslora máxima de 6,55 metros tomada desde la popa hasta la boca estopa de proa, tendrá una manga de 2,37 metros tomada en su parte más ancha, más un Puntal de 1,35 metros.
La quilla no sobrepasará los 23 centímetros de anchura y su medida mínima será de 6 cm. por la proa y 11 cm. por la popa. La orza: tiene un peso máximo de 100 Kg. y mínimo de 70 Kg.
En cuanto a la Vela tiene que tener obligatoriamente forma triangular. El bote tendrá una tripulación mínima de ocho participantes y un máximo de doce, incluyendo al patrón, para poder participar en una regata.
El casco tendrá un peso no superior a los 400 Kg y no inferior a los 300, una palanca de 13,45, y la longitud del palo será de unos 10, 5 metros.
LAS REGATAS
El calendario de regatas sigue el ciclo anual de los vientos, realizándose en el período comprendido entre los meses de Marzo a Octubre. Dentro del calendario existen tres competiciones oficiales: por un lado está el Campeonato de Pegas donde los botes se enfrentan unos contra otros, luego el Torneo Eliminatorio, y por último la Copa de Gran Canaria.
El día que se celebra la regata, generalmente los domingos, es un auténtico espectáculo, ya que el evento en sí concentra a un considerable número de personas entorno a la Avenida Marítima de la capital, llegando a colapsarse ésta, en muchas de las ocasiones y es que las especiales características de la Bahía de Las Palmas de Gran Canaria, permiten a los aficionados ver la competición desde tierra.
La regata o pega sigue una trayectoria entre el barrio marinero de San Cristóbal y la Playa de las Alcaravaneras.
Las competiciones se realizan sobre un trayecto prefijado y señalizado con boyas, que permite la navegación a diferentes rumbos, mientras que los botes hacen un recorrido unidirecccional.