
Con el avance y aumento de los medios de comunicación se va a producir un desarrollo del comercio y eso supondrá que en la Isla haya un trasiego importante de personas que traen nuevas modas y nuevos tejidos, más baratos.
Con la epidemia de cólera de 1851 se produce una quema masiva de prendas que estaban contagiadas dado el extendido uso de pasar las ropas de señores a sirvientes, y éstos a su vez, a la familia; por lo que esta coyuntura afectará más a las clases populares.
Tras el luto generalizado que se vivió dado el índice de mortandad, se produce una compra de paños nuevos que provenían del extranjero. Ya que se copia el uso de tejidos, también se copiarán los modelos foráneos, aunque adaptándolos a la forma de ser de los canarios, y la consecuencia de estas nuevas tendencias será la decadencia de los telares del país. En medio de todo este flujo de tendencias nace el vestido de transición. Aunque permanecerán vivos durante varias décadas más, algunos modelos más sencillos de la vestimenta tradicional.
Este vestido se caracterizará por su variedad y los nuevos patrones llegan primero a la ciudad. A fines del siglo XIX entra en decadencia el vestido y las mujeres comienzan a tomar las formas foráneas aunque, el uso de colores y modelos será similar en todas las Islas.

La vestimenta de transición pasó por dos fases:
– Predominio de las prendas tradicionales sobre las recién incorporadas.
– Pérdida de lo tradicional y nacimiento de gustos nuevos implantados por la moda importada, con preferencias por los colores fuertes, sobretodo las mujeres.
En el proceso aparecen nuevos modelos y de entre ellos cabe destacar el campesino o popular, que eran una copia de los figurines foráneos más la aportación local. Hay una variedad de chaquetas y camisas que es totalmente novedosa, las faldas serán largas y con mucho vuelo.
A partir de la primera década del siglo actual, el delantal lo van a decorar y a acotar más, y el zagalejo contará con encajes y tiras bordadas.
En esta etapa los tejidos más usuales serán: las cotonias, las indianas, el popelín y diferentes tipos de lana. La importación del dril, es muy importante ya que es una tela muy fuerte de hilo o algodón, y su consumo se extiende dado su bajo coste.
En el hombre se generalizará el uso de la camisa, que suele ser de color blanco, el chaleco y la chaqueta.
Para la mujer habrá piezas que serán incorporadas paulatinamente pero que con el paso del tiempo pasan a ser una pieza base. Este es el caso de la ropa interior: el cuerpo, que era una pieza enteriza que iba pegada a la piel y que solía ser de tela blanca de algodón. Las bragas, son unos calzones o pantalones amplios con encajes y amarradas con cintas.